Una mujer con alma festiva que se dedicó a enseñar más allá de las aulas.
Dioselina Moreno Palacio, es licenciada en Física de la Universidad Pedagógica, con especialización en Edumática y técnico profesional en Educación Artística. Su pasión por la enseñanza ha traspasado los límites escolares y ha trascendido a lo comunitario, es reconocida en su localidad como una de las lideresas de la “Cultura Festiva”, una forma de expresión artística que combina las diversas manifestaciones culturales como el baile, teatro, comparsa, canto y color; es una fiesta itinerante que convoca y reúne a una gran cantidad de comunidad en torno a una creativa y particular puesta en escena en constante movimiento.
Participó en la consolidación de la Mesa de Cultura Festiva Local que integra cinco grupos, cada uno de ellos tiene dentro de su proceso entre 80 y 100 personas, algunas encargadas de la logística, ornamentadores, maquilladores, entre otros; ellos, junto a los talentosos artistas son los encargados de que las muestras o ejercicios comunitarios en torno a la Cultura Festiva se desarrollen. Según Dioselina, la Mesa nació como una forma de reencontrarse y agruparse para crecer por medio del arte.
La Cultura Festiva ha existido en Bogotá desde hace por lo menos 30 años; empezó con el llamado “Carnaval de Bogotá” y de ahí surge la creación de varios grupos dedicados a esta clase de expresiones artísticas. Sin embargo, no es sino hasta el año 2002 cuando se empieza a fomentar la participación de Engativá en estos espacios. “Uno de los colegios que rápidamente intentó sacar a los barrios esta clase de iniciativas fue el Marco Tulio Fernández, y esto sin duda alguna ayudó a que el proceso festivo se diversificara hacia los distintos sectores y que buscara integrar todos los grupos etarios para que las diferentes generaciones se unieran y así es que el proceso fue ganando reconocimiento”, dice la profe Dioselina.
Desde sus comienzos, estos ejercicios culturales y artísticos han dejado frutos para los engativeños. Es así como a partir del año 2002 vienen participando en la convocatoria general de la fiesta de Bogotá y han logrado en casi todas las versiones, los mejores lugares a nivel competitivo. Este proceso bien desarrollado, se potencializa como un ejercicio que construye comunidad y que teje lazos de trabajo para todas las áreas interdisciplinarias de manera inclusiva.
Esta mujer seguirá liderando, dice, cada uno de los importantes procesos trasformadores porque su ejercicio comunitario es enseñar, según ella, porque cuando enseña a la vez está aprendiendo y eso le permite ser mejor persona reconociendo la riqueza que hay en el otro y en cada ejercicio comunitario, aunque también reconoce que quisiera ver a su querida localidad más empoderada y a su gremio reconciliado para trabajar juntos en un mismo objetivo de crecimiento y evolución.







